En los últimos años, el comportamiento del cliente ha cambiado hacia una relación más demandante y selectiva con las marcas. Hoy en día, los consumidores se relacionan con diversos canales de distribución. Por un lado el canal online, que no ha parado de crecer desde el inicio de la COVID-19. Por otro lado, el canal offline o físico. Así mismo, el consumidor ha generado peticiones más definidas: conocer la trazabilidad de su pedido, el origen del mismo, los sistemas de producción locales y regionales… A medida que la omnicanalidad facilita el acceso a la compra de cualquier artículo, la búsqueda de soluciones logísticas innovadoras (predicción, gestión de stock, algoritmos de ventas…) se convierten en las claves para conocer las nuevas condiciones de compra del consumidor.
Para los amantes del consumo local ¡o es local o nada!
Orgánico, de producción local, sano… el nuevo consumidor valora nuevos aspectos. El mercado de la comida orgánica se ha multiplicado por cinco en los últimos 15 años. En 2017, alcanzó casi 92.800 millones de euros y ha superado los 100.000 millones de euros en 2018. Los excesos de la sociedad de consumo de hoy en día han llevado a investigar alternativas a la distribución de gran consumo . Los consumidores están favoreciendo el consumo de productos locales. Incluyen en sus platos alimentos que provengan de un entorno de una distancia menor a 160 kilómetros. Esta tendencia nació en EEUU. Allí los restaurantes de la Quinta Avenida ofrecen menús denominados “100-mile” (160 km). Otro ejemplo es la sede de Google cuyo restaurante tiene el nombre de “Café 150”. Todo lo que sirven en él ha sido producido a menos de 150 millas de allí.
Consumo local
En España esta promoción del consumo local también está en auge. Sobre todo tras la pandemia del COVID-19 que ha alentado al país a ayudar a sus agricultores y ganaderos locales. Más de un 60% de los españoles han declarado que están dispuestos a pagar más si el producto es de origen local. Ejemplo de ello son iniciativas como la desarrollada por Correos denominada «Correos Market». El servicio postal estatal, aprovechando la presencia de sus carteros por toda la geografía española, ha creado un Marketplace desde el que comprar online directamente a los productores de la zona. A nivel local destacan otras iniciativas, como el grupo operativo Madrid Km Región. Ha creado un proyecto centrado en establecer nuevos canales de comunicación más cortos entre los productores de la Comunidad de Madrid y los consumidores. Todo ello con la finalidad de promover el consumo de productos locales. Así mismo, en Galicia la fundación Mercaproximidade ha creado un modelo de negocio local. Los agricultores y ganaderos de la comunidad gallega pueden ponerse en contacto con las principales cadenas de supermercados del territorio para vender sus productos.
Esta preferencia de consumo de bienes locales favorece la aparición de granjas, cooperativas o mercados agrícolas. De hecho, su número ha aumentado exponencialmente en los Estados Unidos. Impulsado por este crecimiento en las ventas directas, las marcas industriales y agrícolas están trabajando para desarrollar sus propios sistemas de producción local. Sin embargo, los sistemas de distribución de gran consumo están extremadamente delimitados y cronometrados. Por ello, es vital disponer de respuestas logísticas adaptadas a ello. En el caso de los procesos de distribución cortos, la puesta en común de fuentes de transporte es esencial. Lo principal: consolidar los volúmenes pequeños de varios productores. Esto reduce los costes de transporte y simplifica el proceso de entrega a los almacenes o tiendas.
¡La omnicanalidad es esencial!
Ejemplo de ello son las ofertas promocionales basadas en la geolocalización y la personalización total del producto gracias a la impresión 3D. Colores, estampados, tallas…la creación de un par de zapatos únicos en menos de una hora ya es posible. Esto implica importantes cambios para los retailers y los profesionales logísticos que han de adaptar sus modelos constantemente. En el día a día la logística ha de responder a las necesidades de cada momento tan rápido como sea posible. Es simple, sin retrasos no hay rotura de stock, por lo que no se toleran fallos a lo largo de la cadena de suministro. Para el 3PL, los desafíos son reales y muy numerosos. Tener un volumen de stock adecuado en función de las ventas esperadas, asegurar la personalización del producto o el pedido, garantizar el 100% de transparencia, realizar envíos a través de diferentes canales en forma y tiempo óptimos…
Con la intensificación de los flujos logísticos, las grandes ciudades y las compañías logísticas necesitan coordinar sus acciones y reformular su enfoque logístico. Conoce más sobre el futuro de la cadena de suministro urbana descargando el Whitepaper de FM Logistic.