Consumo responsable y su relación con la logística
Los cambios en los hábitos de consumo en los últimos años han estado fuertemente relacionados con el avance imparable de la tecnología, la alteración en las tendencias…
En febrero 2, 2023
Los cambios en los hábitos de consumo en los últimos años han estado fuertemente relacionados con el avance imparable de la tecnología, la alteración en las tendencias…
En febrero 2, 2023
Los cambios en los hábitos de consumo en los últimos años han estado fuertemente relacionados con el avance imparable de la tecnología, la alteración en las tendencias de compra fruto de la pandemia del covid y el auge del ecommerce, entre otras muchas causas. Todas estas circunstancias han hecho que las opciones logísticas y de entrega a domicilio y de última milla cambien de una manera considerable.
El consumo responsable es la idea que sostiene que las personas deben adecuar sus hábitos de consumo, adaptándolos a sus obligaciones existentes y a las del planeta, eligiendo soluciones que beneficien al medio ambiente y a la justicia colectiva.
Es importante fomentar los hábitos de consumo responsable de productos por tres razones principales:
El sector de la Logística y el Transporte es el responsable del 25% de la contaminación del planeta, según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Como la logística ya es considerada sector de primera necesidad, es responsabilidad de todos hacer un consumo responsable tanto de los pedidos por parte del consumidor como de los envíos por parte de los operadores logísticos. Además, con el auge del ecommerce esta responsabilidad debe ser mucho mayor puesto a que la tendencia de comprar por internet va a seguir creciendo y los envíos pueden llegar a ser muy contaminantes para el medioambiente.
En los últimos años con la pandemia mundial, la alteración en la forma de trabajar y las economías con soporte vital de los gobiernos, se ha provocado que las tendencias de consumo se aceleren más allá de lo que muchos consideraban posible.
La mayor concienciación sobre la salud y el medioambiente llevó a un número aún mayor de personas a querer consumir de forma responsable. Al mismo tiempo, los confinamientos y el teletrabajo propiciaron una explosión de compras a través de Internet de todo tipo de productos, desde ropa hasta alimentos. Según estimaciones de Ecommerce News Europe, el ecommerce del continente ascendería a un valor de 717.000 millones de euros a finales de 2020, un aumento del 12,7% con respecto a 2019. Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, en 2020 los estadounidenses gastaron un 32,4% más en comercio electrónico que en 2019. Con todo este crecimiento aumentó la exigencia de las entregas rápidas y sostenibles.
Esta conjunción de factores ha situado a los consumidores en el primer plano de la logística de la cadena de suministro, antes era una industria principalmente de empresa a consumidor (B2C). También ha planteado un desafío para las empresas de logística y sus clientes (por ejemplo, comercios y fabricantes) preocupados por su cuenta de resultados. ¿Cómo pueden buscar formas de ser responsables con el medioambiente — reduciendo las emisiones de CO2 y los residuos, creando empleo local—, a la vez que satisfacen las exigencias B2B y B2C de entregas rápidas y sostenibles, manteniendo los costes al mínimo?
Las preguntas se vuelven aún más complejas cuando se tienen en cuenta las complicaciones en entornos urbanos densos, donde los vehículos de reparto de todo tipo suponen ya el 20% del tráfico urbano y son responsables del 30% de la contaminación urbana. Las limitaciones de espacio y tiempo se suman a los desafíos de las ciudades, que están creando marcos normativos para la movilidad de las mercancías. Es por ello que se ha convertido en una tarea primordial encontrar nuevas soluciones.
Entre las soluciones logísticas, sobre todo para abordar los desafíos de última milla, se encuentran los dark stores o “almacenes oscuros”. Son almacenes más pequeños dentro o cerca de las ciudades cuyo único propósito es la ejecución de los pedidos por Internet y por teléfono. Las alternativas a la entrega a domicilio también están pasando a primer plano. Las taquillas portátiles para la recogida y entrega de pedidos, así como los microhubs de distribución y el sistema click & collect, son cada vez más habituales en todo el mundo.
Una de las iniciativas de FM Logistic son los city corners, puntos automatizados de recogida y entrega en el centro de las ciudades. Sirven para todo tipo de productos, desde alimentos frescos y congelados hasta paquetes voluminosos. Estos city corners de FM Logistic no son solo por razones de comodidad de los consumidores, también pueden reducir el tráfico, el ruido y la contaminación gracias a los recursos compartidos. Además, con ellos también se crean nuevos puestos de trabajo en la ciudad y se desarrolla la economía circular.
Estas ideas coinciden con otros grandes cambios en el ámbito de la logística, encabezados por el crecimiento del enfoque omnicanal de la venta retail: el uso de múltiples plataformas, perfectamente conectadas, para llegar a los consumidores y satisfacer sus necesidades a la vez que se mejora la eficiencia.
Desde el punto de vista logístico, las soluciones logísticas omnicanal ofrecen oportunidades de generar eficiencias que abarcan sectores enteros, incluso entre clientes de la competencia, lo que permite un mejor uso de los almacenes, el transporte y el copacking, al tiempo que se reducen otros tipos de residuos. Esta mayor visibilidad del consumidor para el sector logístico conlleva un aumento de la responsabilidad. El seguimiento de los datos y la transparencia se convertirán en factores fundamentales tanto para reconocer las eficiencias como para concienciar sobre la sostenibilidad a los consumidores, los socios del comercio y las autoridades públicas. En la suma de todos estos esfuerzos, desde la omnicanalidad hasta las soluciones de última milla, el sector logístico está pasando de un segundo a un primer plano, con la oportunidad de liderar el tipo de desarrollo sostenible que respeta al medioambiente y a los consumidores que quieren comprar de forma responsable.
Logística
Como hemos comentado, el transporte de mercancías por carretera es el causante del 25% de las emisiones de CO2 que se producen en Europa. El transporte aéreo también es el responsable del 2% de la contaminación atmosférica mundial. Es por ello que el sector de la logística debe estar muy concienciado y apostar por combustibles alternativos que beneficien al medio ambiente para descarbonizar las operaciones de transporte.
Desplazamientos de particulares (automóviles)
Si tenemos en cuenta que en España existen más de 30 millones de vehículos censados, de los cuales el 65% tienen más de 10 años podemos imaginar lo contaminantes que son los desplazamientos particulares. Las emisiones medias de un vehículo en España en 2021 fue de 124 gramos de CO2 por cada 100 kilómetros. Son datos muy preocupantes que crean la necesidad de transformar la flota actual de vehículos contaminantes por otro tipo de vehículos con combustibles más verdes. Pero, en la actualidad los vehículos eléctricos, híbridos o de hidrógeno tienen un precio muy elevado que la mayoría de las personas no se pueden permitir. Otros ejemplos de consumo responsable serían compartir coche y fomentar el uso del transporte público.
Fast Fashion
La moda es el causante del 20% de las aguas residuales del mundo. Teñir de colores la ropa supone utilizar materiales químicos que más tarde acaban en el agua y que son perjudiciales para toda la flora y fauna.
Cada vez más personas se compran ropa de manera compulsiva, llegando a tener ropa que aunque dure toda la vida solo se la ponen un par de veces. Hoy en día hay mucha oferta textil y hay prendas a muy bajo coste por lo que resulta atractivo comprar ropa innecesaria por mero placer. Hay un dato preocupante y es que el 40% de la ropa que tenemos en el armario jamás se usa. La customización de la ropa, comprar los artículos necesarios y conocer bien su procedencia y fabricación son acciones para un consumo responsable.
Industria (alimentación, construcción, energía)
El sector industrial es otro de los sectores más contaminantes, puede llegar a causar el 20% de la contaminación atmosférica. En cuanto a alimentación es importante intentar consumir alimentos de proximidad para evitar al máximo los costes medioambientales del transporte y evitar, en la medida de lo posible, los vertidos tóxicos que vertemos sobre la tierra con el fin de hacer crecer y madurar las cosechas. Por otro lado, es importante apostar por las energías renovables para producir energía limpia y sostenible. España, con la cantidad de sol de la que dispone, podría convertirse en una potencia mundial de energías renovables y ser independiente energéticamente. De igual forma, en la construcción hay que evitar diferentes materiales que pueden ser dañinos para las personas y el ecosistema como es el ejemplo del amianto, material de construcción que se prohibió por producir cáncer a las personas que lo inhalaban.
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