El pasado fin de semana la ONCE organizó un evento inclusivo-deportivo cuya sede fue Tarragona. Más de 140 jóvenes de todas las partes de España, con edades comprendidas entre los 15 y 17 años, visitaron la ciudad romana para conocer la cultura y los principales monumentos de la ciudad.
Contaron con la colaboración y participación de los Castellers de la Ilusió, la colla inclusiva de Valls, fundada a través de la Fundación FM.
La ONCE y los Castellers de la Ilusió suelen colaborar en otros eventos ya que tienen los mismos valores: apostar por la inclusión de las personas con algún tipo de discapacidad. La actividad organizada tenía un fin deportivo pero también se realizaron dos talleres por parte de los Castellers de la Ilusió donde explicaban qué es una colla y cuál es el origen y el fin de la actividad. La mayoría de los jóvenes que asistieron a la jornada eran invidentes y sordomudos pero demostraron que eso no es ningún impedimento para participar y formar parte de una colla.
Cola de la Ilusió
Otro de los objetivos de la jornada era el relacionar a todos estos jóvenes para que se conociesen y compartiesen vivencias y experiencias. La creación de buenas amistades hace que estemos más contentos y felices. Además hay un efecto de flujo, ya que las personas que nos rodean querrán pasar más tiempo con nosotros. Así, las conexiones sociales generan un circuito de retroalimentación positiva, con un estado de bienestar social, emocional y físico.
“Hemos aprendido mucho durante este fin de semana. Cuánto aprendo de mis chicos y cuánto hemos aprendido de los jóvenes que han venido a visitarnos. Durante todos estos años al frente de la Colla de la Ilusió me he ido dando cuenta que las barreras no existen, el límite de hasta dónde podemos llegar nos lo ponemos nosotros mismos. Gracias a estos chicos aprendemos que nada es imposible”, explica Joaquín Murillo, fundador de la colla.