¿Cómo podemos reducir gastos en la logística?

Una planificación logística insuficiente puede llegar a ser muy costosa. Adaptar estrategias correctas de optimización de costes en la cadena de suministro es una de las acciones más determinantes de cualquier operador logístico. Algunas de las medidas a tener en cuenta son:

Los clústers son grupos de empresas que unen sus intereses para ser más eficientes. En el caso de la logística, uno de los objetivos sería aprovechar el transporte entre varios clientes para entregar a un punto en común. Con esta acción se consiguen sinergias en costes económicos. Y, al mismo tiempo, reducir la contaminación, la huella de carbono y el tráfico en las carreteras.

Conocer la trazabilidad de un pedido, es conocer en todo momento el lugar y el estado de la mercancía. Los clientes demandan una trazabilidad completa y precisa a lo largo de toda la cadena de suministro. 

Para ello, se han realizado amplios esfuerzos desde los fabricantes hasta los puntos de entrega final. Pasando por los operadores logísticos tanto en el etiquetado de los productos como en los sistemas informáticos que registran todo el proceso. 

Ejemplos claros de estos procesos son los códigos de barras que ya consideramos habituales y que aparecen como un modo sencillo de identificar cada producto. Estos códigos mantienen un lenguaje sencillo, único y común a nivel mundial. La evolución de los mismos viene dada por la creación de códigos BIDI donde la información almacenada es mucho mayor. Esta información cada vez más reconocible por cualquier lector o incluso por la cámara de nuestros smartphones

Cada vez es más necesario encontrar soluciones innovadoras para agilizar los procesos. De este modo podemos mejorar la productividad y los costes operativos. Invertir en innovación es uno de los pilares empresariales para conseguir ser más sostenibles en nuestra actividad y ofrecer servicios con valor añadido a los clientes. 

Las nuevas tecnologías aportan eficiencia dentro del almacén. Pero, al mismo tiempo, en su implementación en las maquinarias y estructuras generan una mayor seguridad en los trabajadores. 

Un ejemplo de innovación y sostenibilidad, es nuestro proyecto de hidrógeno verde que hemos llevado a cabo en Illescas:

Puesta en marcha de una hidrogenera en el almacén de Illescas para abastecer de hidrógeno a las carretillas elevadoras de uso interno. El hidrógeno es verde porque la energía necesaria para producirlo se consigue a través de paneles solares. 

De esta manera se consigue ahorrar energía, dejar de utilizar elementos como el plomo ácido en las baterías y no depender del suministro eléctrico estándar para la recarga. De igual modo, obtenemos disminuir el tiempo de repostaje puesto a que se necesita poco más de un minuto para realizar una carga completa.

Para muchas empresas logísticas, la actividad dentro de su almacén corresponde con el mayor porcentaje de sus costes. 

A nivel de infraestructuras es importante tomar medidas de ahorro energético basándonos en la instalación de paneles solares dentro del almacén. También gestionar la maquinaria vía hidrógeno u otros combustibles no contaminantes e invertir en aislamientos, construcciones y naves sostenibles.

Es necesario gestionar de una manera correcta los residuos volcándonos en su reciclado con el objetivo de cero emisiones. Es indispensable utilizar una maquinaria moderna y adaptada que reduzca los fallos técnicos que ralentizan la actividad logística para reducir costes en el almacén.

A nivel del sistema informático de gestión, es determinante disponer de una tecnología adaptada y escalable para los clientes con un buen control de ABC y stock. Contar con herramientas para realizar periódicamente estudios sobre los flujos de preparación y movimiento de almacén es esencial. De igual modo, ser eficientes en tiempo y espacio es indispensable para mejorar la productividad en la cadena de suministro.

Dentro del día a día de la actividad logística, y habitualmente por sobre estocajes o producciones masivas, aparecen productos que están a punto de caducar o que no se venden. En otros casos, hasta han perdido parte de su valor. Para ello se trabaja en la comunicación a factorías y clientes de cara a dar una pronta salida a estos productos. Ya que en caso contrario estarán ocupando un lugar en el almacén con los costes asociados. Una opción muy interesante, y cada vez más común, es donar dichos productos y así crear una solución solidaria. 

Por otra parte, es necesario anticiparse y prever las tendencias del mercado. Hay que tener en cuenta los productos que más se demandan por temporadas, valorar las ventas de otros años, observar si el producto está en constante crecimiento, conocer las desviaciones interanuales, las promociones y la inversión publicitaria. 

Del mismo modo, en los almacenes logísticos existen diferentes formas de clasificar los productos para evitar su caducidad, estado de conservación o inclusión como producto no apto. Esto implica que los productos con caducidad más cercana, los lotes más antiguos, siempre van a ser seleccionados para las primeras expediciones. Siempre y cuando cumplan los criterios de calidad establecidos por los clientes.